Volar siempre ha significado un misterio y una maravilla para los humanos. Aunque se hayan inventado aviones, cohetes, naves espaciales y existan enormes avances científicos, el vuelo de las aves siempre ha despertado fascinación. ¿No hemos todos soñado alguna vez que volamos? Quizá volar sea una de las palabras a la que más se le han atribuido muchos otros sentidos. No solo está relacionada con trasladarse de lugar, irse, viajar, mudarse, migrar, cambiar, sino que, además, hay una fuerte conexión del vuelo con el concepto de libertad.
Las aves han estado representadas en el arte (el cine, la música, la danza, la pintura, entre otras) y especialmente en la literatura. Sabemos que en varias culturas antiguas e incluso en las cosmogonías de nuestras culturas ancestrales, el vuelo de las aves eran presagios que orientaban las decisiones de viajeros, guerreros, autoridades, reyes y poderosos: aves mitológicas, aves y la divinidad, diosas-aves, dioses que se convierten en aves, leer las aves. Auspicio viene de mirar las aves volar… mirar los pájaros para augurar buenos o malos presagios, para orientar las decisiones, para predecir el futuro. Las aves entonces eras signos. Aunque ya no miremos al cielo en busca de respuestas, o para interpretar sus señales, el poder evocador de los pájaros sigue teniendo gran valor en la vida humana.
Incluso hoy, todo en las aves pareciera cobrar sentido metafórico: el nido, el canto, las alas, el huevo, el cielo, el vuelo… Ahora bien, una jaula, como una cárcel o prisión para los humanos, puede representar una de las peores condenas para el artista. Comúnmente una jaula es símbolo de encierro, atadura, control, oscuridad, de muerte. Sin embargo, en el poema El despertar de la escritora Alejandra Pizarnik la autora juega con los elementos jaula-pájaro:
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
(…)
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo
Son muchos los libros que nos hablan sobre pájaros o que toman algún aspecto de las aves. Los pájaros atraviesan la literatura de todos los tiempos: cuentos, relatos, poesía, novela, teatro. En el libro El pájaro pintado del autor José Watanabe, un pintor solitario llamado Don Paulo vive en una casa en el campo, observa que una rama que entra por su ventana no está posada por ningún pájaro, decide entonces pintar un pájaro cerca de la rama, que está a su vez, cerca de una ventana: “Un pájaro pintado cerca de una ventana siempre.” El ave cobra vida, extiende feliz su vuelo sobre campos de fresas, donde come una y regresa a casa del pintor con otra fresa en su pico para él. Éste, que se encuentra rodeado de gallinas y otros animales, seguirá pintando animales y viviendo su apacible vida en armonía con la naturaleza.
El relato que se acerca más a la poesía, por su brevedad, profundidad y su belleza, nos recuerda a Jacques Prévert y su hermoso poema Para hacer el retrato de un pájaro, que inicia así:
Pintar primero una jaula
con la puerta abierta
pintar después algo bonito
algo simple, algo bello,
algo útil para el pájaro.
En ambos textos se alude a la libertad del pájaro en un sentido poético. José Watanabe escribió asimismo un hermoso poema sobre los pájaros titulado justamente Acerca de la libertad:
Esta mañana he comprado un pájaro
como se compra una fruta
un ramo de flores.
Dicen que Hokusai compraba pájaros para liberarlos.
También Leonardo
pero midiéndoles el impulso y el rumbo.
Posiblemente en la infancia he pintado pájaros
pero jamás les he hallado relación exacta con los aviones.
Estoy tentado a liberar este pájaro
a devolverle
su derecho a morir sobre el viento.
Me van a pedir razones.
Sentiré la obligación de hablar acerca de la libertad
pero mi familia que es muy lógica
dirá que afuera solo
con el viento
a ver qué hago.
La belleza del poema completo de Jacques Prévert como los dos textos de José Watanabe rememoran el vuelo y la libertad. El pájaro pintado que cobra vida tras haber sido dibujado por un pintor cerca de una ventana pareciera referirse a la libertad creadora, a la capacidad que tiene el artista de construir mundos nuevos, de transformar la realidad y darle vida a sus sueños.
Un acto creativo, sea una danza, una pintura, una escultura, un escrito, es de alguna forma, trazar un vuelo en el terreno de la imaginación. Un artista al expresarse se libera, se emancipa, toma posición y dominio de sus posibilidades y construye algo nuevo. Los pájaros como los artistas, son aves en vuelo. La literatura y la libertad son el cielo abierto por el que canta libre el pájaro del arte.
Por: Anabell Posada Ramírez, promotora de lectura.